El banco de inversión global JPMorgan Chase ha sorprendido al mercado con un informe que coloca el precio de Bitcoin en el centro del debate financiero. Según sus analistas, el valor actual de la criptomoneda más importante del mundo está “demasiado bajo” en comparación con el oro y podría dispararse hasta los $126.000 antes de que finalice el año.
El pronóstico llega en un momento crucial, cuando la volatilidad de Bitcoin se encuentra en mínimos históricos, las empresas continúan acumulando BTC en sus tesorerías y los flujos de inversión institucional ganan protagonismo. Pero, ¿qué factores respaldan esta visión tan optimista? ¿Es realista pensar en un Bitcoin superando los seis dígitos en tan poco tiempo?
En este informe, analizamos en detalle el reporte de JPMorgan, su comparación con el oro, el papel de las empresas y los fondos, y cómo podría evolucionar el precio de Bitcoin en los próximos meses.
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La tesis de JPMorgan: Bitcoin está “demasiado barato” en relación con el oro
El equipo de analistas de JPMorgan, liderado por Nikolaos Panigirtzoglou, sostiene que Bitcoin debería valer mucho más de lo que cotiza hoy. La base de su análisis es la volatilidad comparada con el oro, que se ha desplomado a niveles sin precedentes.
- A principios de 2024, la volatilidad anualizada de Bitcoin rondaba el 60%.
- Actualmente, esa cifra se ha reducido a 30%, un mínimo histórico.
Este descenso significa que Bitcoin se ha convertido en un activo más “estable” de lo que los mercados estaban acostumbrados, reduciendo su percepción de riesgo y acercándose al perfil de inversión del oro.
De hecho, los analistas sostienen que, ajustando por volatilidad, el “valor justo” de Bitcoin debería estar en torno a los $126.000. En otras palabras, el mercado estaría infravalorando a Bitcoin en casi un 13% frente a lo que debería valer en función de su comportamiento actual y su relación con el oro.
Bitcoin vs. Oro: una batalla histórica que entra en una nueva fase
Comparar a Bitcoin con el oro no es algo nuevo. Desde su creación, la criptomoneda ha sido denominada “oro digital” por su naturaleza escasa, descentralizada y resistente a la inflación.
Sin embargo, JPMorgan destaca que el mercado está viviendo un cambio estructural:
- El ratio de volatilidad entre Bitcoin y el oro ha caído a 2.0, el nivel más bajo jamás registrado.
- Esto implica que, en términos de riesgo, Bitcoin consume solo el doble de capital que el oro en las asignaciones de cartera, una diferencia mucho menor a la vista en años anteriores.
Con una capitalización de mercado actual de $2.2 billones, Bitcoin necesitaría subir un 13% adicional para equipararse a los $5 billones invertidos en oro privado a nivel global.
En la práctica, este ajuste equivaldría a un precio de $126.000 por BTC, cifra que JPMorgan marca como su objetivo teórico.
El rol de las empresas: tesorerías corporativas que impulsan el precio de Bitcoin
Uno de los aspectos más interesantes que señala el informe es el creciente papel de las empresas en la acumulación de Bitcoin.
Actualmente, las tesorerías corporativas representan más del 6% del suministro total de BTC, lo que equivale a millones de monedas mantenidas fuera de circulación.
Entre los casos más destacados se encuentran:
- MicroStrategy (ahora Strategy): pionera en acumular Bitcoin como reserva principal, con más de 600.000 BTC en su balance.
- Metaplanet (Japón): recientemente ascendida a la categoría de mediana capitalización en los índices FTSE Russell, lo que disparó su inclusión en el FTSE All-World Index.
- KindlyMD: empresa que cotiza en Nasdaq y que busca recaudar hasta $5.000 millones tras designar a Bitcoin como su principal reserva.
- BSTR, de Adam Back: con ambiciones de competir con Marathon Digital como uno de los mayores tenedores corporativos de BTC.
Este fenómeno se asemeja, según JPMorgan, a lo que ocurrió tras la crisis de 2008 con la flexibilización cuantitativa (QE) de los bancos centrales: activos retirados del mercado, reducción de la volatilidad y consolidación de tendencias de largo plazo.
Inversión institucional: ETFs de Bitcoin y flujos pasivos
Otro factor que refuerza la visión alcista de JPMorgan es el ingreso de Bitcoin en los grandes índices bursátiles globales, lo que genera flujos pasivos constantes de inversión.
- La incorporación de Strategy en importantes benchmarks ha atraído capital fresco.
- La inclusión de Metaplanet en el FTSE All-World Index abrió las puertas a miles de fondos indexados que ahora deben poseer Bitcoin indirectamente.
- Los ETFs de Bitcoin al contado en EE.UU., aprobados en enero de 2024, han canalizado miles de millones de dólares en compras diarias.
Este tipo de inversiones son menos especulativas y más sostenibles, lo que añade estabilidad al mercado de Bitcoin y fortalece la tesis de crecimiento a largo plazo.
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Menor volatilidad, mayor atractivo para instituciones
Uno de los grandes problemas de Bitcoin a lo largo de su historia ha sido su alta volatilidad, lo que dificultaba su inclusión en carteras institucionales. Sin embargo, con el ratio de volatilidad frente al oro en mínimos históricos, la narrativa ha cambiado.
Para las instituciones, un Bitcoin más estable significa:
- Menor riesgo en asignaciones de capital.
- Posibilidad de diversificación sin sobreexponerse a la volatilidad.
- Comparaciones más favorables frente a activos tradicionales como el oro.
Esto abre la puerta a que grandes fondos de inversión, aseguradoras y fondos de pensiones consideren al Bitcoin como un activo estratégico de largo plazo.
¿Por qué JPMorgan habla ahora de $126.000?
El informe subraya un punto clave: el desfase entre el precio de mercado y el “valor justo”.
Los analistas también destacaron que la brecha en la valoración ha cambiado de manera drástica: mientras que a finales de 2024 Bitcoin cotizaba $36.000 por encima de este nivel de “valor justo”, en la actualidad se encuentra alrededor de $13.000 por debajo, lo que sugiere un potencial alcista adicional.
¿Es realista esperar un Bitcoin de $126.000 en 2025?
La gran pregunta para inversores y traders es si esta proyección es alcanzable en el corto plazo. Existen varios factores que juegan a favor:
- Reducción histórica de la volatilidad, lo que aumenta la confianza institucional.
- Incremento en la acumulación corporativa, con empresas compitiendo por adquirir BTC.
- Crecimiento de los ETFs de Bitcoin, que canalizan miles de millones en entradas netas.
- Escasez estructural de Bitcoin, con un suministro limitado a 21 millones de monedas y halving reciente que reduce las emisiones.
- Entorno macroeconómico incierto, donde el oro y Bitcoin se ven favorecidos como activos refugio.
No obstante, también existen riesgos:
- Regulaciones más estrictas en mercados clave.
- Posibles ventas de gobiernos o grandes tenedores.
- Escenarios macroeconómicos adversos que reduzcan la liquidez global.
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Conclusión: Bitcoin en el radar de las instituciones y con potencial de seis dígitos
El informe de JPMorgan se suma a la lista de bancos e instituciones que han pasado de ser críticos de Bitcoin a reconocer su papel dentro del sistema financiero global.
El pronóstico de $126.000 por BTC a finales de año no solo es una cifra llamativa, sino que refleja un cambio estructural: Bitcoin está madurando como activo, con menor volatilidad, mayor adopción institucional y un mercado cada vez más integrado al sistema financiero tradicional.
Para los inversores minoristas, este análisis puede verse como una señal de que el mercado aún no ha alcanzado su techo y que el camino hacia los seis dígitos sigue abierto.
La historia ha demostrado que Bitcoin premia la paciencia de quienes entienden su propuesta de valor. Y si JPMorgan tiene razón, podríamos estar ante una de las mayores oportunidades de inversión de la década.