Los miembros del grupo que actúa como una voz común para los diversos sectores empresariales de la Unión Europea y las empresas europeas que operan en China no están contentos. Pidieron que la “Ruta de la seda digital” (o DSR) de China “esté mucho más abierta a la participación de todas las partes interesadas” o que los países de la UE refuercen la reciprocidad en la esfera digital contra China.
Según ha revelado el portal de 8BTC, el atractivo de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China se basa en la idea de que China “ha desarrollado herramientas para proteger su propio negocio y no sólo bloquear el acceso al mercado chino, pero también restringen la interoperabilidad entre los bienes y servicios digitales locales y extranjeros “. Se supone que esto obstaculiza la conectividad digital verdaderamente global y la interoperabilidad total entre diferentes sistemas.
“China ha retenido en gran medida las licencias necesarias de compañías extranjeras en su propio mercado, ansioso por ofrecer bienes y servicios digitales como blockchain, cloud y 5G, lo que pone a las compañías chinas de TIC en una gran ventaja”, dice el informe, señalando que las iniciativas plantean serias preocupaciones sobre cómo China puede usar DSR para ‘exportar’ sus prácticas digitales a otros mercados
La Cámara destaca dos cuestiones principales en el informe que son problemáticas para su interés: la naturaleza cerrada de los estándares digitales en China; y la falta de interoperabilidad sistema / producto, junto con la regulación estrictamente estricta de China de bienes y servicios digitales. Esto plantea preocupaciones, ya que “los bienes y servicios digitales chinos estarán cada vez más operativos en todas partes, mientras que las soluciones extranjeras estarán restringidas”.
A los europeos les preocupa que el desarrollo de aplicaciones en China pueda ser responsable de establecer los estándares para “décadas futuras de desarrollo económico, como blockchain , inteligencia artificial y la nube”, lo que convierte a China en el mundo “fiscal” en estas tecnologías. Además, las preocupaciones sobre el lanzamiento de una moneda digital del Banco Central (CBDC) también llama la atención de los europeos debido al impacto que el dinero virtual chino puede tener en la economía global y exigen más transparencia sobre el tema.