Mark Cuban, el empresario e inversor multimillonario conocido por ser un escéptico de las criptomonedas, le dijo a Anthony Pompliano que podría cambiar de opinión sobre Bitcoin si fuera más fácil de usar y más ampliamente adoptado, convirtiéndose en una “alternativa al oro como una reserva de valor”.
Para Cuban, Bitcoin no es un buen sustituto del fiat y, en cambio, depende de él, al menos por el momento, ya que no puede gastarse instantáneamente sin convertirse, lo que hace que sea más difícil de usar. Para enfatizar esto, dijo que los plátanos son un producto mejor que el propio bitcoin.
Bitcoin es “virtual”, que Cuban considera su “belleza” y su “problema”, en referencia a las dificultades técnicas inherentes a bitcoin. Para él “no puedes gastar (BTC) en nada” que quieras.
Inflación; un punto preocupante a considerar
Cuban piensa que los rescates que se están llevando a cabo actualmente son un “experimento del mundo real”, nadie sabe qué sucederá si continúan siendo financiados, pero todos saben que si lo detienen, pueden crear un desastre mayor.
Pomp preguntó si la inflación asociada con toda esta impresión de dinero inorgánico podría salirse de control en un futuro cercano, pero Cuban cree que no será así.
Explicó que estas medidas se habían tomado en 2009 y 2010 para ayudar a la economía a recuperarse de la recesión, y aunque pronosticó “inflación desenfrenada”, esto no sucedió, por lo que dijo que “la deflación nace más como un riesgo que la inflación”.
Estados Unidos debe repensar su “sueño americano”
Para mantener a flote el sueño americano, la gente tendrá que ser más compasiva y ayudarse mutuamente para sobrevivir a esta crisis económica.
“Para que el capitalismo continúe prosperando cuando salgamos de esto, tendrá que ser mucho más compasivo, tendrá que poner a los empleados primero, tendrá que poner a los accionistas por último”.
Cuban dice que después de superar esta cuarentena y volver al trabajo, las empresas tendrán que cambiar sus modelos económicos porque las personas no querrán asociarse con marcas que prefieran tener dinero en el banco antes de ayudar a sus trabajadores, lo que representará un cambio radical en la forma en que la economía capitalista de Estados Unidos se ha gestionado durante años.