El Banco Central Europeo (BCE) tiene que hacer algo con el debilitamiento de la economía para evitar una crisis financiera absoluta en Europa. Sin embargo, su caja de herramientas se está ejecutando vacía.
Como los 25 miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo se reunirán en Vilnius, Lituania, el próximo jueves, se enfrentarán a un difícil dilema: cómo mitigar los riesgos de una desaceleración económica y evitar efectos secundarios desestabilizadores en la banca y las finanzas de la región.
Según una encuesta realizada por Bloomberg, la mayoría de los economistas pronostican que el BCE dejará la tasa de referencia de la política en cero e intentará inyectar un estímulo monetario adicional ofreciendo a los bancos regionales términos generosos en el próximo programa de préstamos a largo plazo.
Se espera que los formuladores de políticas revisen sus pronósticos económicos y compartan sus opiniones sobre los desarrollos económicos en la segunda mitad del año. Teniendo en cuenta las consecuencias de una guerra comercial entre los Estados Unidos y China y la próxima recesión económica cíclica en la región, el BCE podría verse obligado a reducir los pronósticos y considerar un ajuste monetario adicional.
Préstamos del Banco Central Europeo: dinero fácil, condiciones difíciles
Se espera que el jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, revele los detalles del programa de préstamos. Se espera que el administrador de la política monetaria de la Eurozona ofrezca términos generosos, con la tasa de los préstamos a dos años que se espera que esté por debajo de la tasa de referencia actual en -0.25 por ciento o menos. Estas medidas deberían estimular los préstamos y, como consecuencia, impulsar la actividad comercial y de los consumidores en la economía.
Sin embargo, el banco central no hará nada para aliviar el dolor de una tasa de depósito negativa que continuará paralizando los márgenes de ganancias de los bancos y causando dolor al sector bancario europeo. Actualmente, el BCE cobra un 0,4 por ciento por el exceso de reservas estacionadas en las cuentas del banco central. Sin embargo, los bancos no pueden pasarlo a los consumidores y tienen que absorber los costos.
El BCE no tiene ninguna prisa por mitigar estas consecuencias negativas porque teme que obstaculice la disposición de los bancos a prestar dinero y reduzca el efecto de estímulo en la economía real.
Pavimentando el camino a la descentralización
El Banco Central Europeo puede tener buenas intenciones, pero puede allanar el camino al infierno. Al tratar de estimular los préstamos, el BCE podría estar destruyendo de manera efectiva el sistema bancario, que ya está debilitado por las crisis financieras y los modelos de negocios desequilibrados.
Eventualmente, esta tendencia fortalecerá el caso de un sistema financiero descentralizado basado en monedas digitales, como Bitcoin (BTC) . Al socavar la estabilidad del sistema financiero existente con intervenciones centralizadas y experimentos monetarios poco ortodoxos, las autoridades crean un entorno favorable para una transición más rápida hacia el modelo económico descentralizado de igual a igual.