Según un investigador de la Universidad Suor Orsola Benincasa en Nápoles, Italia, bitcoin no promueve el lavado de dinero, sino que ayuda a evitarlo.
Ciertamente, esto no es una novedad para quienes trabajan en el sector, pero es un estudio útil para aquellos que no están familiarizados con este mercado a fin de proporcionar claridad a las noticias falsas que circulan todos los días sobre el tema.
El investigador de derecho penal Gaspare Jucan Sicignano ha publicado recientemente un libro en italiano titulado “Bitcoin y lavado de dinero – bitcoin e riciclaggio”, en el que aborda el problema de cómo sancionar cualquier compra de bitcoin con dinero de origen ilegal.
Jucan Sicignano afirma claramente que, según su investigación, “bitcoin no promueve el lavado de dinero, sino todo lo contrario, lo evita”.
“Con Bitcoin, que es la criptomoneda más conocida, no hay riesgo de lavado de dinero. De hecho, bitcoin puede prevenir el lavado de dinero, en lugar de al revés”.
El libro explica que todas las transacciones de bitcoin son públicas ya que están contenidas en una base de datos distribuida de acceso libre.
Por lo tanto, cualquiera puede verificar todas las transacciones, incluido el registro de cada transferencia BTC.
Estas transacciones son anónimas, sin embargo, según Jucan Sicignano, este es un problema falso. De hecho, el sistema no excluye que el usuario anónimo pueda ser identificado por otros medios, por ejemplo a través de técnicas forenses digitales, que se remontan a aquellos que se esconden detrás de una determinada dirección.
“Una vez que el usuario ha sido identificado, Bitcoin se convierte en una herramienta increíblemente transparente, capaz de proporcionar información precisa sobre todas las actividades que realiza un determinado sujeto. En el caso de bitcoin, las palabras de Giovanni Falcone sigue el dinero y encontrarás a la mafia serían completamente aplicables, si fuera necesario. De hecho, es posible verificar, sin un esfuerzo particular, qué billetera tiene un cierto BTC y qué ruta ha viajado una determinada moneda para llegar a un destino en particular ”.
Según el investigador, el anonimato es actualmente muy limitado, porque la mayoría de los intercambios requieren una identificación explícita de los autores de cada transacción, como lo requieren las recientes regulaciones contra el lavado de dinero.
Por lo tanto, gracias a los intercambios, es posible rastrear las identidades de todos los que comercian allí, para vincular sus nombres con los de las direcciones de bitcoin que usan para estos fines, y luego seguir desde allí el flujo de transacciones desde la dirección dirigirse.
“Por lo tanto, según mis estudios, bitcoin no favorece el lavado de dinero, por el contrario, lo evita. Si toda la economía se organizara utilizando bitcoin, la corrupción también sufriría un gran revés. Si todo se rastrea y es transparente, muy pocos funcionarios públicos correrían el riesgo de abusar de su posición de recompensa económica”.