Según un informe de CoinShares, el rally de bitcoin en la primera mitad de 2019 fue impulsado en gran medida por inversores institucionales.
“El interés minorista en Bitcoin es relativamente tibio en comparación con 2017, e implica que el rally H1 fue impulsado en gran medida por la tan esperada entrada de dinero institucional”.
De hecho, durante la primera mitad de 2019, el valor de bitcoin aumentó de aproximadamente $3.500 a máximos anuales por encima de $13.500 a fines de junio. Sin embargo, a diferencia de las manifestaciones anteriores, y en particular la de 2017, parece que no fueron los llamados inversores “minoristas” quienes proporcionaron el capital necesario para aumentar los precios.
CoinShares señala que cuatro factores presentes durante el rally de bitcoin de 2017 estuvieron claramente ausentes en 2019:
- la atención generalizada de los medios de comunicación,
- los picos en las búsquedas de bitcoin en Google,
- los tweets sobre bitcoin alcanzaron su punto máximo,
- El rally altcoin correspondiente.
Estos datos no permiten atribuir la recuperación de 2019 a los muchos inversores pequeños, en su mayoría no profesionales, lo que significa que el capital involucrado en el aumento de precios debe haber provenido de los principales inversores tradicionales y profesionales.
Además, en ausencia de una exageración real, también es justo suponer que los inversores institucionales están invirtiendo en bitcoin no solo con fines meramente especulativos, sino como una forma de inversión a largo plazo en un sector tecnológico en crecimiento.
“En resumen, el primer semestre de 2019 debería considerarse un período totalmente positivo en el desarrollo de esta industria naciente”.
Además, el informe señala que detrás de la exageración y la especulación sobre estos nuevos activos financieros emergentes hay fundamentos, es decir, indicadores que ofrecen la oportunidad de profundizar la dinámica del mercado, los patrones de inversión y el desarrollo general de estas nuevas tecnologías.
Cabe señalar que el rally en la primera mitad de 2019 se centró principalmente en bitcoin, y mucho menos en otros proyectos de tecnología con ambiciones más amplias. Esto permite suponer que no fue solo una cuestión de pura especulación, sino de inversiones específicas en este activo específico , no solo por sus características tecnológicas sino también por las financieras.