El hashrate de Bitcoin alcanzó un nuevo récord ayer con un máximo histórico de más de 130 millones de TH/s.
Este pico, lejos de ser repentino, sigue un período de crecimiento constante que comenzó a principios de 2019 y se detuvo solo a mediados de 2019 y entre noviembre y diciembre del mismo año.
Baste decir que en mayo del año pasado no superó los 50 millones de TH/s, aunque en agosto de 2018 había superado los 60 millones de TH/s por primera vez, mientras que a fines de octubre casi había alcanzado los 110 millones.
A partir de enero de 2020 volvió a crecer, primero a 120 y luego ayer por primera vez a 130 millones de TH/s.
Este crecimiento es aún más sorprendente cuando se considera que en mayo la recompensa del minero se reducirá a la mitad de los 12.5 BTC actuales por bloque a 6.25 BTC.
Además, el pico de ayer se alcanzó durante una semana cuando el precio de bitcoin sufrió, perdiendo más del 10% en una semana.
A la luz de estas dos consideraciones, es decir, el halving inminente y la caída de precios, el ATH del nuevo hashrate de Bitcoin es aún más sorprendente, a pesar de ser el resultado de un aumento que ha estado ocurriendo durante más de un año.
En este sentido, hay quienes señalan que esto podría significar un interés más vivo que nunca en la tecnología detrás de Bitcoin, y que la red ahora está creciendo gracias a la fortaleza de su comunidad y ya no en gran medida gracias a la especulación.
Los movimientos de precios a corto plazo parecen no tener un impacto particular en el hashrate, tal vez porque los propios mineros no están interesados en él, centrándose más en los movimientos a largo plazo.
El aumento en el hashrate en los meses previos al halving parece sugerir explícitamente que los mineros esperan que el valor de BTC aumente en los meses posteriores al halving, de lo contrario no invertirían en nueva maquinaria con la expectativa de que la recompensa se reduciría a la mitad.
En otras palabras, este nuevo máximo histórico parece ser una buena señal para el futuro a mediano plazo de bitcoin.