La Universidad de Cambridge anuncio recientemente el lanzamiento de el índice de consumo de electricidad de Bitcoin (CBECI).
Según el comunicado oficial, se pretende proporcionar una estimación en tiempo real del uso anual total de electricidad de la red de Bitcoin, lo que permite comparaciones con usos alternativos de electricidad.
Aunque el modelo tiene en cuenta variables como la eficiencia energética y la vida útil de más de 60 equipos de hardware de minería diferentes, los propios investigadores reconocen la escasez de estimaciones confiables del uso de electricidad de Bitcoin.
De hecho, las cifras proporcionadas por el índice de consumo de electricidad de Bitcoin son una mera estimación aproximada teniendo en cuenta un límite superior y un límite inferior de consumo. Como puede observarse en el gráfico a continuación, a simple vista, la desviación estándar parece ser un problema para la confiabilidad del modelo, dados los grandes cambios en los límites de los consumos.
Otra sección interesante del proyecto presentado esta semana por la Universidad de Cambridge es aquella en la que se hacen comparaciones con dimensiones más tangibles. Por ejemplo, la salida hidroeléctrica del mundo podría alimentar toda la red de Bitcoin 69 veces.
Bitcoin también se compara con los países en términos de consumo de energía. Con la estimación actual de 60.45 TWh por año, Bitcoin se ubica actualmente entre Suiza y República Checa.
La comparación más extraña del estudio pone de lado la energía consumida por las teteras usadas para hervir el agua contra la utilizada por Bitcoin: todas las calderas del Reino Unido podrían funcionar durante 11 años con la energía consumida por la red de Bitcoin en un año.