La emprendedora social Jasmine Crowe encontró un uso diferente para la cadena de bloques. Fundadora de Goodr, una plataforma que ofrece una solución de gestión de desperdicio de alimentos, ha creado un modelo de negocio que aprovecha la tecnología de registro distribuido para permitir a las empresas registradas no solo realizar un seguimiento de sus donaciones, sino también realizar importantes deducciones de impuestos mientras ayuda a luchar contra el hambre.
La función de Goodr es tomar el excedente de alimentos de los clientes registrados en su sistema y remitirlo a organizaciones sin fines de lucro que utilizarán esos alimentos para alimentar a las personas que padecen hambre. Según Crowe, el modelo funciona porque las empresas no solo participan en la caridad, sino que contratan a un proveedor más eficiente para administrar sus desechos.
“El hambre no es una cuestión de escasez. Es una cuestión de logística”, dice Crowe.
La idea de Goodr surgió cuando Jasmine Crowe se mudó a Atlanta, EE.UU., En 2013. Al ver a cientos de personas viviendo en las calles, sintió la necesidad de hacer algo. Su primer impulso fue comenzar a preparar comidas, comprar y cocinar la comida que se servía en las calles, inicialmente, y luego en un restaurante emergente.
“Yo personalmente cociné y serví más de 80.000 comidas para personas que no tenían nada para comer. Pero sabía que necesitaba encontrar una manera de combatir el hambre a mayor escala”.
Casi al mismo tiempo, servicios como Uber Eats y DoorDash estaban comenzando a ingresar al mercado de Atlanta, lo que plantea una pregunta importante: se gastaron millones de dólares en la creación de tecnologías que llevarían alimentos a personas que no tenían problemas para acceder a ellos, pero qué ¿Estaba destinado a ayudar a alguien que nunca supo de dónde vendría la próxima comida?
Mientras millones de personas morían de hambre cada año en los Estados Unidos, toneladas de alimentos en perfecto estado se desperdiciaban diariamente. Sin embargo, el problema era cómo sacar esta comida de donde estaba y de dónde se la disfrutaría. Fue entonces cuando entró Goodr, proporcionando la logística necesaria para el éxito de esta operación.
Además de manejar la recolección y entrega de alimentos, Goodr cumple con el Servicio de Impuestos Internos (IRS), que es equivalente al IRS en los Estados Unidos. Al usar blockchain, la plataforma permite a las compañías rastrear y contar las donaciones para la deducción de impuestos.
Parece que Jasmine Crowe ha logrado crear una situación beneficiosa para todos, ya que Goodr mejora los resultados de sus clientes, reduce el desperdicio y da comida a los hambrientos.