El Banco Mundial ha rebajado sus previsiones de crecimiento anual original de la economía mundial para 2019. En enero, anticipó un crecimiento de 2.9 por ciento, pero ahora esa cifra ha disminuido a 2.6 por ciento. Esto sería el crecimiento económico mundial más lento en tres años.
También deja al comercio global en su nivel más bajo desde 2008. La deuda del gobierno aumentó de 15 puntos porcentuales del PIB mundial en 2007 al 51 por ciento del PIB en 2018. Satoshi Nakamoto creó Bitcoin después de la crisis financiera de 2008. ¿Nos hemos disparado al regular la industria de las criptomonedas a nivel nacional?
Mayores tensiones económicas e inversiones sometidas
El informe del Banco Mundial de junio de 2019 no es un cuento antes de dormir, a menos que les guste el drama y la ansiedad. Las inversiones, especialmente las de los mercados emergentes, simplemente no están sucediendo como deberían. Los climas políticos difíciles significan que los conflictos comerciales están en el horizonte, y la deuda es el talón de Aquiles de la economía mundial.
No es que la organización sea un espectador independiente que informe sobre el estado de las naciones. Si bien su misión es erradicar la pobreza en los países en desarrollo, sus políticas de deuda agravan la deuda internacional. Los problemas que destaca el informe muestran cuán sistémicos son estos problemas en cuanto a la economía mundial. No puedes separar al perpetrador del perro guardián.
Según la Fundación para la Educación Económica, “Si el Tercer Mundo es pobre porque carece de capital, carece de capital porque carece de libertad económica”. Podemos decir lo mismo de la economía mundial. Nos falta alivio de la inminente última recesión económica.
A pesar de los esfuerzos de Satoshi y de todos los que vinieron después, todavía carecemos de libertad económica. A nivel mundial, todos estamos en deuda con los mismos amos con el poder de hacer brotar las mismas mentiras.
El Banco Mundial usó Ethereum para transferir un bono al Commonwealth Bank. Junto con su institución hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI), lanzó una “criptomoneda educativa”.
En abril de 2019, el FMI realizó una encuesta en Twitter, preguntando a los encuestados cómo imaginaban que pagarían por el almuerzo en 5 años. Casi el 60 por ciento de los encuestados respondió criptomonedas. Con el efectivo bancario llegando al 8 por ciento y las tarjetas bancarias al 9 por ciento, lo que demuestra que las personas están perdiendo la fe en el ‘dinero real’.
La alternativa salvadora de Satoshi Nakamoto
Hace once años, Satoshi Nakamoto plantó una semilla que cambiaría el mundo.
En ese momento, las políticas económicas del gobierno nos estaban llevando más y más hacia el abismo. El modelo ‘Comprar ahora, pagar más tarde’ fue de una sociedad cegada. A nadie se le dijo que lo que realmente significaba era “Deuda hoy, ruina financiera mañana”.
Nada ha cambiado, y la historia está condenada a repetirse.
Citando el informe del Banco Mundial:
“El costo de la renovación de la deuda puede aumentar considerablemente durante los períodos de tensión financiera y provocar crisis financieras; los altos niveles de deuda pueden limitar la capacidad de los gobiernos para proporcionar estímulos fiscales durante las recesiones; y la alta deuda puede afectar la inversión y el crecimiento a largo plazo, especialmente en un momento en que el impulso de la inversión ya es débil”.
A raíz de la recesión de 2008, Satoshi tomó medidas. Todavía no estamos viendo los efectos de ese acto revolucionario en la medida en que nos gustaría, y en la medida en que sea necesario. Pero, todos somos Satoshi. Estamos invirtiendo en criptomonedas financiera, tecnológica, filosófica y políticamente. Esto terminará marcando la diferencia, sin importar lo difícil que pueda ser la nadar en contra de la corriente.