El comité del G7 se reunió recientemente en Niigata, Japón, para explorar cómo las monedas digitales del banco central (CBDC) pueden ayudar a establecer un sistema financiero global. ¿Es este el control definitivo?
La reunión reunió a las principales economías: Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, antes de la cumbre anual del G7 programada del 19 al 21 de mayo.
¿CBDC en camino para todos los países que conforman el G7?
En un comunicado oficial posterior al evento, los participantes se comprometieron a tener amplias discusiones sobre las políticas para monedas digitales con el objetivo de aprovechar los avances innovadores, como una mejor eficiencia de pago, mientras navegan por los riesgos potenciales que podrían dañar la estabilidad, la resiliencia y la integridad de los sistemas monetarios globales.
En la parte superior de la lista del comité estaba garantizar la confiabilidad, la estabilidad y la transparencia de los pagos globales, la base para una actividad económica y fiscal efectiva. El comité del G7 cree que las CBDC ofrecen esperanza para que esto suceda.
Cuando se trata de monedas digitales de bancos centrales (CBDC), existen algunas diferencias notables entre ellas y las criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, principalmente porque están centralizadas y representan una iteración digitalizada de la moneda fiduciaria de una nación.
Si bien estas diferencias son importantes, el comité del G7 considera que lo importante es garantizar que cualquier implementación de CBDC respete principios fundamentales como la transparencia, el cumplimiento de los requisitos legales, las prácticas sólidas de gobernanza económica, las medidas de ciberseguridad y las regulaciones de protección de datos.
Situación de la economía en Estados Unidos y las crisis bancarias no ayudan mucho
A medida que el sistema bancario continúa bajo una fuerte presión debido a que se centra en las ganancias en lugar de la protección de los fondos de los clientes, es obvio que el sistema monetario fiduciario se tambalea al borde del abismo.
Los bancos centrales se han comprometido a apuntalar el sistema por el momento, habiendo tomado esta decisión en nombre de los ciudadanos que pagarán la factura al ver que el poder adquisitivo de sus monedas fiduciarias se deprecia aún más.
Control de los gobiernos con las CBDC
El comité del G7 entiende muy bien que la única forma en que puede prolongar la vida del sistema monetario fiduciario es atando a todos al sistema al imponerles una moneda digital del banco central. Esto le dará a los bancos centrales un poder completo sobre cómo un ciudadano gasta o ahorra su moneda.
Si, por ejemplo, un ciudadano quisiera gastar parte de sus dólares digitales, yenes, libras, etc. en algo como Bitcoin, se podría insertar un código detrás de la CBDC para evitar que lo haga. Esto conduciría al control final y lo que algunos podrían llamar “esclavitud financiera”.
No se debe aceptar ninguna cantidad de promesas o leyes o lo que sea que establezca que se mantendrá la privacidad y la libertad financiera. Los gobiernos ya han demostrado que tienen el poder de congelar cuentas bancarias y poner en una lista negra las billeteras de Bitcoin, etc. Con una CBDC, su capacidad para controlar sus finanzas y vigilarlo puede ser ilimitada.
La historia nos muestra que a medida que los imperios mundiales comienzan a declinar, quienes los controlan imponen una censura y medidas de control cada vez más draconianas. La esperanza es que tal como ha sucedido a lo largo de la historia, el pequeño grupo de pensadores independientes empeñados en alcanzar la libertad puedan volver a hacerlo.