Ataques recientes a la Policía Federal Argentina y al Hospital Sommer expusieron la fragilidad digital de las instituciones públicas. En el mes de la concientización en ciberseguridad, los casos locales reflejan cómo el riesgo también crece puertas adentro.
En Argentina, el ecosistema cripto crece con fuerza: según datos de Bitwage –plataforma especializada en cobros de honorarios en criptomonedas–, el 48% de los pagos empresariales globales realizados a través de su sistema terminan en manos de profesionales argentinos, y el 75% de ellos elige cobrar en stablecoins. Estas monedas digitales, atadas al valor del dólar, ofrecen estabilidad frente a las bruscas oscilaciones del Bitcoin. El verdadero desafío, sin embargo, está en blindar accesos, claves y dispositivos.
“Llevamos más de diez años en el mercado y nunca hemos sufrido un hackeo. Sin embargo, vemos a diario cómo usuarios pierden sus fondos por caer en trampas de phishing o por un simple clic en un enlace equivocado. Eso demuestra que el riesgo no solo está en la tecnología, sino más que nada en los descuidos humanos”, advierte Fabiano Días, International Business Developer de Bitwage.
Durante octubre, mes de concientización en ciberseguridad, conviene romper con tres mitos frecuentes, repasar casos relevantes locales e incorporar buenas prácticas que pueden marcar la diferencia.
De billeteras frías a delitos rastreados: mitos y realidades del ecosistema cripto
Mito 1: “Si mi wallet es ‘hardware’, no puede pasar nada”. Aunque una billetera fría ofrece aislamiento, si alguien obtiene la clave privada o frase semilla, la seguridad desaparece. La “capa humana” sigue siendo el punto débil: guardá la semilla en un lugar físico, no digital.
Mito 2: “Solo los grandes exchanges son blanco de ataques”. La realidad muestra lo contrario: en los últimos meses, diversos organismos públicos argentinos fueron víctimas de ciberataques vinculados a criptomonedas.
Primero fue el Hospital Público Sommer, cuyo dominio desactualizado fue usado para difundir un token falso llamado “Sommer”. Poco después, las redes oficiales de la Policía Federal Argentina fueron hackeadas para promocionar otro token, $MIRA, que permaneció online durante más de una hora antes de que se recuperara el control de la cuenta.
Mito 3: “En cripto los delitos son imposibles de rastrear”. La realidad es que cada transacción en blockchain deja huella. Un ejemplo local es el caso del Departamento Judicial de Azul, que marcó un hito al rescatar criptoactivos utilizados en un fraude. La trazabilidad y la cooperación entre exchanges permiten que lo que antes era invisible hoy salga a la luz.
En lo que va de 2025 ya se robaron más de USD 2.170 millones en criptomonedas a nivel global, según el informe Mid-Year Crypto Crime Update de Chainalysis, con el hackeo de ByBit como gran punta de lanza. La cifra supera todo lo robado en 2024 y confirma la sofisticación del delito cripto. Que esos montos ocurran afuera pone en evidencia que lo local —aunque de menor escala— no está exento.
Desafíos actuales y contexto argentino
En 2025, Argentina comenzó a imponer reglas más estrictas para supervisar el ecosistema cripto, con miras a combatir lavado y fraudes. Al mismo tiempo, la Cámara Argentina Fintech firmó un acuerdo con el Ministerio de Seguridad para capacitar a fuerzas y compartir información sobre delitos digitales. Estas medidas mejoran la cooperación entre entidades públicas y privadas, pero el desafío es complejo: los criptoactivos cruzan fronteras con facilidad.
Buenas prácticas en cripto seguridad para este octubre y más allá
Estas recomendaciones, simples pero efectivas, pueden marcar la diferencia:
- Activar autenticación de dos factores (2FA) con apps (no SMS) en exchanges y wallets. El primer paso que no puede faltar.
- Nunca guardar la frase semilla digitalmente (fotos, emails). Imprimirla o anotarla en papel físico y guárdala en lugar seguro.
- Actualizar firmware y software de hardware wallets, dispositivos móviles y PC.
- Verificar siempre direcciones antes de enviar fondos:copiar y pegar no basta; confirmar caracteres.
- Segmentar acceso: usar cuentas únicas para cada exchange y no repetir contraseñas.
- Analizar links y comunicados de empresas: ante una oferta o anuncio “imperdible”, entrar directamente a la web oficial, no por enlaces promocionales.
- Consultar reputación y auditorías: antes de usar nuevos protocolos o proyectos, busca informes de seguridad.
También es clave revisar qué tan seguras son las plataformas que usamos. Muchas plataformas muy conocidas reciben puntajes bajos y exhiben vulnerabilidades críticas.Un ejemplo es el test global de Mozilla Observatory, que mide la robustez de sitios web frente a ataques y fugas de información. La plataforma CryptoMkt obtuvo allí la calificación A+, el máximo nivel, lo que garantiza un blindaje ante malware y brechas de seguridad.
“Si bien a veces es más gorroso el proceso de alta de un nuevo usuario debido a los pasos que debemos seguir, estas precauciones nos han permitido ser elegidos por empresas institucionales o países frente a otros players más grandes del mercado”, explica María Fernanda Juppet, CEO de CryptoMkt quien ha participado en debates públicos sobre regulación, impuestos y seguridad del entorno cripto. Su voz forma parte del diálogo que sostiene la legitimidad del ecosistema frente a los riesgos.
La seguridad también se construye con certificaciones y auditorías internacionales. En ese sentido, Bitwage completó en julio de 2025 la auditoría SOC 2 Type 2, bajo los criterios de confianza más estrictos del sector. “Con más de once años de operaciones diarias sin sufrir brechas de seguridad, en Bitwage nos mantenemos atentos y actualizados frente a las últimas amenazas”, destaca John Lindsay, CTO y fundador de la compañía