El 20 de septiembre, el exchange de criptomonedas BingX, con sede en Singapur, sufrió un hackeo que ha resultado en pérdidas estimadas que ascienden a más de USD 52 millones. Esta cifra representa el doble de los USD 26 millones comunicados inicialmente y destaca la magnitud del incidente, que ha revelado daños sustanciales en múltiples redes de blockchain.
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Hackeo a BingX en números: Lo que se sabe hasta ahora
Las investigaciones posteriores al ataque han permitido identificar más monederos comprometidos, lo que ha incrementado la estimación de pérdidas. Según Hakan Unal, líder senior de operaciones de seguridad en Cyvers Alerts, “a medida que se identifican más monederos, la pérdida total crece. Las estimaciones iniciales, de USD 13 millones, probablemente fueron incompletas”. Las actualizaciones de las firmas forenses sugieren que el daño podría llegar a USD 43 millones, lo que proporciona una imagen más clara de la situación.
Una de las empresas de seguridad blockchain, PeckShield, fue fundamental en la identificación de un monedero de Ethereum vinculado al hackeo, que recibió USD 26.7 millones en activos de BingX. Este hallazgo subraya la complejidad del incidente y la dificultad para rastrear los fondos robados en el ecosistema cripto.
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Respuesta de BingX al hackeo
A pesar de la magnitud de las pérdidas, BingX ha restado importancia al incidente, describiéndolo como causante de pérdidas “menores”. Vivien Lin, jefe de producto de BingX, aseguró en un comunicado que “todas las pérdidas de los usuarios por este hackeo serán totalmente cubiertas por el propio capital de BingX”. Sin embargo, la respuesta del exchange ha generado escepticismo en la comunidad cripto, que está cada vez más consciente de la vulnerabilidad de los exchanges centralizados.
La importancia de la autocustodia
Este incidente subraya una lección crucial para todos los inversionistas en criptomonedas: la importancia de la autocustodia. Almacenar nuestros criptoactivos en billeteras frías, que son offline y menos vulnerables a los ataques cibernéticos, es una práctica esencial para proteger nuestras inversiones.
Los hackeos a exchanges no son un fenómeno nuevo, y las pérdidas millonarias son un recordatorio de que confiar en terceros puede ser arriesgado. La autocustodia no solo brinda un mayor control sobre nuestros activos, sino que también reduce la exposición a las vulnerabilidades de seguridad que enfrentan las plataformas centralizadas.
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Reflexión final
Como abogada e inversionista en el espacio cripto, creo firmemente que los eventos como el hackeo de BingX nos recuerdan la fragilidad del ecosistema y la necesidad de adoptar prácticas de seguridad más robustas. La protección de nuestros activos digitales debe ser una prioridad, y optar por la autocustodia es un paso vital en esa dirección.
En un entorno en constante evolución, donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas, es fundamental que los inversionistas tomen medidas proactivas para salvaguardar sus inversiones. La educación continua y la implementación de medidas de seguridad son esenciales para navegar de manera segura en el mundo de las criptomonedas.
