El mercado financiero global está presenciando un momento histórico: el precio del oro ajustado por inflación alcanzó un nuevo récord, superando los $3.635 por onza, un nivel no visto desde la década de 1980. Paralelamente, Bitcoin cotiza alrededor de $114.600, mostrando nuevamente la fuerte correlación que los analistas han identificado entre ambos activos como refugios frente a la incertidumbre económica.
La pregunta que surge en los mercados es clara: ¿seguirá Bitcoin el mismo camino que el oro hacia nuevos máximos históricos ajustados por inflación?
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Oro y Bitcoin: dos refugios frente a la inflación
Durante décadas, el oro ha sido el activo por excelencia cuando se trata de resguardar el valor en tiempos de crisis económica, inflación y tasas de interés bajas. Sin embargo, desde la irrupción de Bitcoin en 2009, el mercado ha encontrado una alternativa digital conocida popularmente como el “oro digital”.
El oro, al superar los $3.610 por onza ajustado por inflación, marca un hito histórico, reflejo de una combinación de factores económicos y geopolíticos. Bitcoin, por su parte, mantiene una valoración elevada de $114.600 por moneda, beneficiándose de dinámicas similares: inflación persistente, expectativas de recortes de tasas de la Reserva Federal y una creciente búsqueda de activos que no dependan directamente del dólar estadounidense.
Datos macroeconómicos que impulsan al oro y a Bitcoin
El avance reciente del oro no se puede entender sin observar de cerca los indicadores económicos más relevantes:
- Índice de Precios al Consumidor (CPI) de EE.UU.: en agosto mostró una inflación anual de 2.9%, por encima del 2.7% de julio y de lo esperado por los analistas.
- CPI subyacente: se mantuvo en 3.1% interanual, lo que demuestra presiones inflacionarias persistentes en sectores no volátiles.
- Índice de Precios al Productor (PPI): publicado el 10 de septiembre, fue del 2.9%, por debajo del 3.3% previsto, sugiriendo que la inflación podría disminuir en los próximos meses.
Este panorama mixto llevó a los mercados a especular con un recorte de 50 puntos básicos en las tasas de interés en la reunión de la Reserva Federal programada para el 17 de septiembre.
Tanto el oro como Bitcoin se benefician de tasas de interés más bajas, ya que reducen el costo de oportunidad de mantener activos que no generan rendimiento directo.
Cómo se calcula el precio del oro ajustado por inflación
El concepto de precio del oro ajustado por inflación es fundamental para entender el récord actual.
Este ajuste se realiza tomando los precios nominales históricos del oro y multiplicándolos por la relación entre el CPI actual de EE.UU. y el CPI de la fecha histórica. Así, se expresa el valor del oro en dólares actuales, lo que permite realizar comparaciones reales de poder adquisitivo a lo largo de décadas.
Gracias a este método, hoy sabemos que el oro alcanzó niveles equivalentes a $3.635 por onza, un hito que pone presión sobre Bitcoin, ya que muchos inversores se preguntan si la criptomoneda podrá seguir un camino similar.
El papel de los bancos centrales en el auge del oro
Uno de los motores más importantes detrás de este récord ha sido la demanda de oro por parte de bancos centrales, especialmente en mercados emergentes como China, India, Rusia y Turquía.
Estos países han incrementado significativamente sus reservas de oro como parte de una estrategia para:
- Reducir la dependencia del dólar estadounidense.
- Protegerse frente a sanciones y tensiones geopolíticas.
- Diversificar activos de reserva.
El resultado ha sido una mayor presión alcista sobre el precio del oro, al mismo tiempo que el Índice del Dólar estadounidense (DXY) caía, facilitando la compra de oro para inversionistas internacionales.
Este contexto también beneficia a Bitcoin, ya que los mismos factores que llevan a los bancos centrales y a los inversores privados a desconfiar del dólar impulsan la narrativa del BTC como activo alternativo de reserva de valor.
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Factores geopolíticos que impulsan la demanda de refugios
La inestabilidad política y económica global está en su punto más álgido en 2025:
- Disputas comerciales entre potencias.
- Conflictos en Medio Oriente.
- Elecciones en EE.UU. que generan incertidumbre en los mercados.
- Incrementos arancelarios impulsados por políticas proteccionistas, especialmente las defendidas por el expresidente Trump.
Todos estos factores han alimentado la percepción del oro y de Bitcoin como refugios seguros frente a los riesgos sistémicos.
Bitcoin frente al oro: similitudes y diferencias
Aunque el oro y Bitcoin comparten una narrativa similar como activos de refugio, existen diferencias notables:
- Historia y madurez:
- El oro lleva miles de años siendo reserva de valor.
- Bitcoin apenas tiene poco más de una década de existencia, pero ya es visto como un competidor directo.
- Oferta limitada:
- El oro tiene una oferta finita pero desconocida en su totalidad.
- Bitcoin cuenta con una oferta estrictamente limitada de 21 millones de monedas programada en su protocolo.
- Correlación:
- Históricamente, Bitcoin ha mostrado comportamientos cíclicos similares al oro.
- En diciembre de 2012, BTC se desvinculó del oro para superarlo ampliamente en rendimiento.
- Madurez reciente:
- Según datos de TradingView, en septiembre de 2025 se alcanzó un equilibrio entre el precio ajustado del oro y Bitcoin, mostrando que el BTC ha entrado en una etapa de mayor estabilidad y menor volatilidad.
Bitcoin en $114.600: ¿un punto de inflexión?
Con el oro en máximos históricos ajustados y Bitcoin consolidándose alrededor de los $114.600, los analistas ven señales mixtas:
- A favor de un rally:
- Expectativas de recortes de tasas de la Fed.
- Emisión reciente de 2.000 millones de USDT por parte de Tether, lo que históricamente ha impulsado la liquidez del mercado cripto.
- Incremento del interés institucional en activos digitales.
- En contra de un rally inmediato:
- Oro con un desempeño histórico más sólido en los últimos años.
- Una volatilidad reducida en Bitcoin, que podría limitar movimientos bruscos a corto plazo.
Sin embargo, la narrativa del “Bitcoin como oro digital” cobra más fuerza en cada ciclo económico, y el hecho de que ambas clases de activos estén nuevamente correlacionadas abre la puerta a un posible rally en los próximos meses.
Perspectivas a futuro: ¿seguirá Bitcoin los pasos del oro?
Los próximos meses serán clave para definir el rumbo tanto del oro como de Bitcoin. Factores a seguir de cerca incluyen:
- Decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.
- Evolución de la inflación en EE.UU. y Europa.
- La fortaleza o debilidad del dólar frente a otras divisas.
- El comportamiento de los bancos centrales en la compra de oro.
- El grado de adopción institucional y minorista de Bitcoin como activo de reserva.
La combinación de estos elementos podría desencadenar un escenario en el que Bitcoin rompa nuevamente sus máximos históricos ajustados por inflación, siguiendo la misma tendencia que hoy marca el oro.
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Conclusión
El precio del oro ajustado por inflación en $3.635 por onza es un reflejo de tensiones económicas, políticas y monetarias que marcan la pauta en 2025. Sin embargo, la mirada de los inversores también está puesta en Bitcoin, que con una cotización de $114.600 muestra un nivel de consolidación y madurez inédito en su historia.
Si bien el oro sigue siendo el activo refugio tradicional, la narrativa de Bitcoin como alternativa digital cobra cada vez más relevancia. La gran incógnita ahora es si la criptomoneda será capaz de replicar el rally histórico del metal precioso en un entorno global que parece hecho a medida para ambos activos.