En un avance significativo, el Senado de EE. UU. aprobó una legislación bipartidista el 2 de junio, recibiendo el respaldo crucial del presidente Joe Biden, elevando el techo de deuda del gobierno de $31,4 billones.
El techo de la deuda se refiere a la cantidad máxima de dinero que el gobierno de los EE. UU. puede pedir prestado para cumplir con sus obligaciones financieras. Al superar el límite anterior, el gobierno ahora puede acceder a fondos adicionales para hacer frente a sus necesidades y gastos económicos.
Si bien la aprobación de esta legislación brinda un respiro inmediato, también genera preocupaciones e implicaciones para el mundo de las criptomonedas. Las criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, han visto una mayor popularidad en los últimos años. Operan fuera del sistema financiero tradicional, ofreciendo descentralización y cobertura potencial contra la inflación.
Tras el levantamiento del techo de la deuda, se especula sobre el impacto potencial en las criptomonedas. Reuters informó que algunos expertos sugieren que un mayor endeudamiento del gobierno podría conducir a una liquidez más limitada en el mercado, lo que afectaría la disponibilidad general de fondos de inversión en criptomonedas. A medida que la liquidez se reduce, puede influir en la tradición y valoración de los activos digitales.
El popular criptoperiodista Wu Blockchain explica que la liquidez reservada para una mayor emisión de nueva deuda de EE. UU. puede resultar en una liquidez más limitada tanto en el mercado de valores de EE. UU. como en las criptomonedas.
A pesar de que Estados Unidos evitó con éxito un posible incumplimiento, los analistas de mercado muestran cautela con respecto a las implicaciones de elevar el techo de la deuda. El sentimiento predominante sugiere que este movimiento puede proporcionar a la Reserva Federal una flexibilidad adicional para aumentar las tasas de interés durante la próxima reunión del FOMC, lo que podría resultar en un mayor ajuste cuantitativo.
Tal escenario podría tener efectos adversos en los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas y las acciones, lo que justifica la atención de los inversores y los participantes del mercado.