- Se espera que la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) mantenga la tasa de interés sin cambios en su reunión de mañana. Sin embargo, la decisión llega en un momento difícil, por lo que las sorpresas son posibles y la reacción del mercado puede ser más fuerte de lo habitual.
- Creemos que esta vez no será una decisión fácil para Banxico, ya que el regulador se encuentra bajo presión tanto a nivel nacional como internacional.
En agosto, Banxico mantuvo su tasa de interés de referencia en 11.25% por tercera vez consecutiva y señaló que los costos de préstamos podrían seguir siendo elevados durante un periodo prolongado, ya que la situación de la inflación sigue siendo “muy compleja”. Actualmente, el mercado sigue creyendo que Banxico adoptará un enfoque prudente y mantendrá su tasa de interés de referencia sin cambios por cuarta vez consecutiva.
Creemos que, el hecho de que la inflación se mantenga por encima del objetivo oficial del banco es probablemente la razón más importante por la que Banxico va a mantener las tasas de interés sin cambios y que el primer recorte de tasas es todavía posible antes de fin de año (en el cuarto trimestre).
De hecho, el último informe sobre la inflación publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que la inflación sigue siendo elevada, pero se está ralentizando. La inflación subyacente subió sólo un 0.27% en la primera quincena de septiembre y un 5.78% respecto al año anterior. Por su parte, la inflación de referencia se situó en el 4.44%. Todas las medidas clave de inflación se mantienen por encima del objetivo oficial del 3% más o menos un punto porcentual establecido por Banxico.
Lo que vemos es que la inflación sigue desacelerándose, pero no lo suficiente como para contener la decisión de la junta. Antes de volverse pesimista (dovish), la junta de Banxico probablemente preferiría ver una disminución estructural en los costos de insumos y un crecimiento más moderado de los salarios. Sin embargo, lo que vemos ahora es una disminución anual de la inflación en parte impulsada por efectos de base y en parte impulsada por las fluctuaciones estacionales de los precios de la energía y los alimentos.
El sólido comportamiento del peso mexicano ha desempeñado un papel importante en la reducción de la tasa de inflación. De hecho, el peso mexicano ha sido una de las pocas divisas de mercados emergentes que se ha apreciado durante el ciclo de endurecimiento de la Fed. No olvidemos que los elevados diferenciales de tasas de interés respecto a Estados Unidos han contribuido a la fortaleza del peso, lo que, a su vez, ha ayudado a aliviar las presiones inflacionarias. Por lo tanto, si Banxico decide recortar ahora, cuando la postura de la Fed sigue siendo hawkish, el dólar se presionaría, probablemente por encima de 18.00 pesos por dólar.
Aun así, la presión sobre Banxico para que relaje su política monetaria va en aumento. Recientemente, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, declaró que, en su opinión, el banco debería empezar a centrarse en el crecimiento económico en lugar de limitarse a combatir la inflación. Se refirió al enfoque de objetivos de inflación de Banxico como “pararse en un solo pie”, diciendo que tiene que haber un equilibrio entre inflación y crecimiento económico. “Esta retórica es perfectamente normal y es de esperarse. El año que viene hay elecciones y busca ayudar a su candidata a ser elegida, pero no consideramos que Banxico ceda a la presión política”, señaló el equipo de análisis de Octa.
Adicionalmente, existe otro tipo de presión en el frente internacional. Otros bancos centrales de América Latina ya han puesto fin a sus ciclos de endurecimiento y han empezado a recortar las tasas. Es posible que Banxico sienta la necesidad de seguir su ejemplo. Es cierto que los bancos centrales de Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay han recortado sus tasas de interés. Pero sus ciclos de endurecimiento monetario fueron más agresivos. Además, Banxico empezó a apretar antes, fue más despacio y, por lo tanto, probablemente terminará más tarde y de forma más gradual.
Hacia adelante en el año, esperamos un recorte de tasas de 25 puntos en el cuarto trimestre, cuando la comprensión de que las tasas en Estados Unidos han tocado el techo permitiría a Banxico relajarse un poco y prevemos que el escenario base es que el peso fluctúe en el rango de 17.30-18.20 unidades por billete verde en el cuarto trimestre del año.
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