El 24 de abril de 2025, la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. anunció que eliminaba su guía anterior sobre cómo los bancos deben manejar actividades relacionadas con criptomonedas y tokens vinculados al dólar. Este cambio marca un hito para el sector financiero y el ecosistema cripto, abriendo nuevas oportunidades, pero también nuevos riesgos.
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Contexto: visión de la Fed sobre criptomonedas
En enero de este año, durante la rueda de prensa posterior a la decisión de tipos, Jerome Powell, presidente de la Fed, dejó clara su postura:
“La Fed no está en contra de la innovación financiera, pero necesitamos mayor regulación en el sector.”
Powell agregó que “los bancos son perfectamente capaces de atender clientes de criptomonedas, siempre y cuando comprendan y gestionen los riesgos”.
Esta visión marca una diferencia importante frente a posturas más radicales de otros organismos globales: la Fed no busca eliminar el cripto, sino integrarlo de forma ordenada.
Ahora, con el reciente anuncio de abril 2025, la Reserva Federal materializa esa postura: retira trabas que obligaban a los bancos a cumplir requisitos regulatorios adicionales (conocidos como SR 23-7) cuando se exponían a actividades relacionadas con activos digitales.
Implicaciones positivas para el mercado cripto
- Mayor legitimación institucional:
La apertura de los bancos tradicionales hacia las criptomonedas valida aún más el ecosistema ante el público general y los grandes inversores. - Facilitación del acceso a servicios financieros cripto:
Con bancos involucrados, podríamos ver productos más variados y accesibles: custodia de criptoactivos, préstamos, tarjetas, inversiones de fondos de pensión en cripto, etc. - Incremento de la liquidez y la estabilidad:
Al sumar instituciones bancarias reguladas, se incrementa la profundidad del mercado, lo que podría reducir la volatilidad a largo plazo. - Vía libre para la innovación cripto-bancaria:
Se abre la puerta para que los bancos desarrollen soluciones que mezclen el mundo tradicional y DeFi (Finanzas Descentralizadas), con menos trabas regulatorias de entrada.
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Riesgos a considerar
- Mayor potencial de manipulación de mercado:
Al disminuir la supervisión específica, existe riesgo de que bancos (o asociados) utilicen información privilegiada para beneficiar proyectos en los que tengan participación económica, generando distorsiones en el precio de ciertos activos cripto. - Riesgo reputacional e inestabilidad regulatoria:
Casos recientes como la memecoin promovida en Argentina bajo el nombre de “Libra” tras el ascenso de Milei, o la memecoin asociada a Trump (presidente de EE.UU.), que tuvieron comportamientos erráticos y generaron controversia, muestran cómo la falta de control puede afectar no solo a los inversores minoristas, sino también a la percepción pública del sector. - Aumento de riesgos sistémicos:
Si los bancos se exponen demasiado a criptoactivos volátiles sin la adecuada gestión de riesgo, podríamos ver efectos colaterales sobre el sistema financiero en momentos de alta volatilidad del mercado. - Debilitamiento de la confianza en ciertos activos:
La inclusión de bancos puede incentivar la aparición de criptoactivos respaldados, que podrían competir deslealmente con proyectos descentralizados auténticos, afectando la confianza general en el ecosistema.
Perspectivas a mediano y largo plazo
A mediano plazo (6 a 12 meses), podemos esperar un crecimiento en el número de bancos que ofrecen productos relacionados a criptomonedas.
Esto debería contribuir a una mayor adopción, especialmente entre clientes institucionales y usuarios tradicionales que aún desconfían de plataformas puramente cripto.
A largo plazo (2 a 5 años), si se combina esta apertura bancaria con una regulación clara y razonable para el sector, podríamos estar frente a una nueva etapa de madurez del mercado cripto, donde DeFi y CeFi (Finanzas Centralizadas) coexistan de manera más armónica.
Sin embargo, también existe el riesgo de que, sin suficiente supervisión, se generen nuevos “problemas internos”, como manipulaciones, conflictos de interés o burbujas sectoriales.
El rol de los reguladores, en especial de la SEC, OCC y la propia Fed, será crucial para mantener el equilibrio entre fomentar la innovación y proteger a los inversores.
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Conclusión
La decisión de la Fed de retirar trabas regulatorias para la actividad bancaria en el sector cripto es una señal fuerte de aceptación y madurez del ecosistema. Aunque trae consigo oportunidades enormes de crecimiento, también exige que tanto bancos como proyectos cripto y reguladores actúen con responsabilidad.
El inversor que sepa interpretar este nuevo escenario —entendiendo sus oportunidades pero también sus riesgos— estará en una mejor posición para aprovechar el futuro del mercado.