La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) ha vuelto a retrasar su decisión sobre la propuesta de Grayscale para un ETF de Ethereum al contado, prolongando el período de revisión hasta el 23 de junio. Este movimiento refleja un nuevo obstáculo en el camino hacia la aprobación de los ETF basados en criptomonedas en los Estados Unidos.
La SEC pospone decisión sobre el ETF de Ethereum de Grayscale hasta junio
Grayscale, una empresa líder en gestión de activos digitales, presentó su Formulario 19b-4 ante NYSE Arca en octubre pasado, buscando la aprobación para transformar su actual Fideicomiso Ethereum en un ETF de ETH al contado. A principios de año, la firma realizó una transición similar con su Fideicomiso Bitcoin, convirtiéndolo en un ETF de Bitcoin al contado.
Sin embargo, la SEC ha vuelto a intervenir, destacando preocupaciones y enmiendas pendientes que requieren un análisis más detenido. Este retraso no es exclusivo de Grayscale; otros gestores de activos también han enfrentado demoras similares en sus aplicaciones para los ETF de criptomonedas.
La SEC ha detenido no solo la propuesta de Grayscale, sino también otras solicitudes de importantes actores del mercado, como Franklin Templeton, cuya revisión se pospuso hasta el 11 de junio. Empresas como BlackRock, Fidelity y VanEck también han experimentado retrasos en sus respectivas aplicaciones.
Reacción del mercado y perspectivas a futuro
A pesar de los retrasos regulatorios, el mercado de los ETF de criptomonedas ha mostrado una notable actividad. Desde la aprobación del ETF de Bitcoin al contado, se han reportado más de $12 mil millones en flujos netos acumulativos. Sin embargo, el Fideicomiso Bitcoin de Grayscale ha sufrido grandes salidas de fondos, con una erosión significativa del volumen gestionado durante la semana actual.
El presidente de la SEC, Gary Gensler, ha subrayado la visión de que la mayoría de las criptomonedas representan valores, lo que podría estar influyendo en la postura cautelosa del regulador hacia los ETF de criptomonedas. Este enfoque conservador refleja la necesidad de garantizar el cumplimiento normativo y la protección de los inversores en un mercado aún en evolución.