Las tensiones entre Rusia y Ucrania condicionan la tendencia del mercado. Ayer fue un día para olvidar, con la mayoría de las listas del mundo en territorio negativo.
Tensiones Rusia-Ucrania en los mercados internacionales
Piazza Affari, por ejemplo, ha perdido alrededor del 4%, y la no elección del presidente de la República Italiana en la primera vuelta no tiene nada que ver con el terremoto de la bolsa.
Otras bolsas de valores del mundo, de hecho, sufrieron fuertes pérdidas, como Londres, que perdió un 2,6%, París -3,9% y Frankfurt -3,8%. A Wall Street le fue mejor, cerrando en positivo con el Nasdaq +0,63 y el Dow Jones +0,29%.
Por el contrario, las bolsas asiáticas también sintieron las tensiones: el índice compuesto de Shanghái perdió un 2,58%, Shenzhen registró un -3,31%, Tokio -1,66%, Taiwán -1,6%, Seúl -2,56% y Sídney -2,49%. Hong Kong, Mumbai y Singapur también están perdidos.
El intento de rebote
Hoy las bolsas europeas intentan repuntar. Milán, Frankfurt y Londres ganaron un 1,05%, París un 1,26% y Madrid un 1,21%.
Sobre Italia pesan las “preocupaciones” por la elección del Presidente de la República en curso. A los mercados les gustaría la autoridad de Mario Draghi en el Quirinal, pero Draghi también es el actual primer ministro italiano; por lo tanto, su elección también conduciría a una crisis de gobierno.
En cualquier caso, es poco probable que el parlamento italiano llegue hoy a un acuerdo.
Los temores de que la FED pueda subir las tasas de interés también pesan mucho. Efectivamente, que subirán ahora es seguro, pero mañana será el día de la verdad para entender el alcance de la decisión de la FED.
La situación económica de Estados Unidos se enmarca en una crisis internacional que podría provocar una tormenta perfecta en los mercados. Sí, porque el riesgo de que aumente la tensión entre Ucrania y Rusia y las posibles injerencias de la Unión Europea y Estados Unidos es que Rusia cierre los grifos del gas. Eso dispararía los precios del gas y provocaría una crisis energética sin precedentes en Europa.
Rusia-Ucrania, lo que está pasando
Todo comenzó con la noticia de que Rusia estaba esperando un pretexto para atacar a Ucrania y potencialmente anexarla. Sería una repetición de lo que sucedió con Crimea en 2014. Básicamente, Rusia afirmaría que la población de habla rusa de Ucrania estaría en peligro, particularmente en la región prorrusa y separatista de Donbas. Otra manzana de la discordia sería la entrada de Ucrania en la OTAN. Tener un país vecino en la OTAN significaría que el presidente Putin encontraría posiciones militares adversas a la vuelta de la esquina. Un riesgo que Moscú no quiere permitirse en absoluto.
La tensión sube, como demuestra el despliegue de 100.000 soldados rusos con tanques y artillería pesada en la frontera con Ucrania. Los ucranianos, por su parte, se están preparando, contando con sus fuerzas, ya que Europa y Estados Unidos están probando la carta de la diplomacia (y enviando armas a Kiev), pero difícilmente tomarían una posición de liderazgo en un posible conflicto.
Y mientras algunos afirman que todo es un engaño de Putin, la pregunta sigue siendo cómo podría desarrollarse una guerra del siglo XXI en Europa. Podría tratarse simplemente de una guerra cibernética, sin bajas pero con muchos inconvenientes, pero eso no casa bien con la presencia de artillería pesada concentrada en las fronteras.
La esperanza es que Putin realmente esté fanfarroneando y que la diplomacia haga su trabajo sin crear más tensiones económicas en un mundo aún probado por el Covid.