Surgen nuevas pruebas, parece que Craig Wright es Faketoshi y, por lo tanto, no el verdadero Satoshi Nakamoto.
Desde hace algunos años, el empresario australiano ha intentado demostrar que es el creador de Bitcoin, pero con malos resultados, excepto por una avalancha de tweets y artículos en su contra. Y recientemente han surgido nuevas pruebas para demostrar que Wright es Faketoshi.
Craig Wright – More backdated blog frauds
Few days ago I did a tweetstorm about Wayback Machine, how to debunk a 2011 Tulip Trust hint of #Faketoshi.
Here’s another one, where Craig claims on Jan 10, 2009 to start with the Bitcoin network the next day. pic.twitter.com/OS99zyns8y
— Arthur van Pelt – Dragon Industries (@MyLegacyKit) January 23, 2020
Un tweet de Arthur Van Pelt, creador del sitio web “Fraud Timeline“, informa que el 10 de enero de 2009 Craig Wright habría escrito en un blog diciendo que comenzaría a trabajar en la red de Bitcoin al día siguiente. Si esto fuera cierto, Wright no podría ser Satoshi, ya que el trabajo en Bitcoin definitivamente comenzó antes de 2008, el año en que se publicó el documento técnico, mientras que el cumpleaños de Bitcoin es el 3 de enero de 2009.
Sin embargo, Wright continúa declarándose a sí mismo como Satoshi Nakamoto y etiquetando a BSV como el Bitcoin real, en lugar de BTC.
Además, para aquellos que no lo sabían, una acción de clase contra Wright comenzó en 2019, ya que decidió llevar a juicio al podcaster inglés Peter McCormack, acusado de difamación por haber impugnado públicamente las declaraciones del ahora llamado Faketoshi.
Mientras tanto, Wright también se ha enfrentado a otra demanda, de Kleiman, hermano de Dave Kleiman, quien murió en 2013, y esta demanda está costando cifras estratosféricas: desde la última actualización a finales de noviembre de 2019, parece que el los costos ascienden a más de medio millón de dólares (658.581 dólares, para ser precisos).
Si esta última demanda no le da la razón, Wright tendrá que devolver más de medio millón de BTC a Kleiman.
Hace unos días, entre otras cosas, se corrió la voz de que Craig Wright había proporcionado las claves de acceso al famoso Tulip Trust, excepto que más tarde se descubrió que no había dado nada a los abogados.