La Fundación IOTA, la organización sin fines de lucro que está detrás de IOTA y la arquitectura Tangle, anunció recientemente una nueva asociación importante con STMicroelectronics, uno de los fabricantes de componentes electrónicos más grandes del mundo para electrónica industrial y de consumo.
Simplificando las soluciones de IoT
El enfoque de la colaboración será la integración de la tecnología Tangle en el software X-CUBE-IOTA1 de STMicroelectronics.
Alessandro Cremonesi, Vicepresidente de Investigación y Aplicación de Sistemas en STMicroelectronics, explica que los desarrolladores ahora podrán usar el entorno de desarrollo abierto STM32 para crear aplicaciones que incluyen las funcionalidades ofrecidas por IOTA.
Las industrias como la energía y la logística deberían beneficiarse del alto rendimiento de IOTA en áreas críticas como la energía, la conectividad y la gestión de audio.
La elección de IOTA
Desde su fundación en 2015, IOTA ha establecido numerosas asociaciones importantes con compañías como Volkswagen, Fujitsu y Samsung.
A diferencia de otras criptomonedas, la tecnología central de IOTA no es una cadena de bloques sino un gráfico acíclico directo (DAG). Para enviar una transacción, primero se deben validar otras dos transacciones.
Además, IOTA puede operar fuera de línea y sincronizarse en un momento posterior. Esto es muy importante para las aplicaciones IoT donde no hay garantía de conectividad al 100%.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que IOTA no está completamente descentralizada, ya que actualmente necesita un coordinador centralizado para funcionar correctamente.
Industria 4.0
Para tener un mecanismo funcional e inteligente, los fabricantes de máquinas tendrán que abrir sus sistemas propietarios, la mayoría de los cuales ya están cerrados.
Los datos industriales no son muy diferentes de los datos producidos por los consumidores, excepto por el hecho de que requieren un nivel adicional de privacidad y seguridad.
Aquí es donde la empresa puede entrar en juego a través de su tecnología Tangle, que garantiza transacciones seguras, alta velocidad y bajo costo con un cierto nivel de privacidad.
Los datos generados podrían luego comprarse o venderse en un “mercado de datos industriales”.