En los últimos días, se ha generado revuelo en torno al uso de Zelle en Venezuela, con titulares alarmantes que sugieren su desaparición. Sin embargo, es importante aclarar que, hasta el momento, estos informes son falsos y han llevado a la confusión de muchos usuarios.
Antecedentes y cambios recientes sobre el uso de Zelle en Venezuela
En 2020, el banco Wells Fargo suspendió el uso de Zelle para clientes venezolanos debido a “uso inconsistente”. Ahora, en noviembre de 2023, se suma el Chase Bank a la restricción, limitando el uso de Zelle “desde Venezuela”. Sin embargo, esta medida no se ha generalizado a todos los bancos ni ha sido emitida por Zelle como política general.
Mal uso de Zelle en Venezuela y sus consecuencias
El patrón detrás de estas restricciones parece ser el mal uso de Zelle en Venezuela. Originalmente diseñada como una plataforma de pagos domésticos entre cuentas conocidas, en el país sudamericano se ha distorsionado como una suerte de ‘pago móvil’ entre comercios y actores desconocidos. Este comportamiento ha llevado a una vigilancia constante por parte de los bancos, que monitorean grandes volúmenes de transacciones sospechosas.
Sanciones y perfiles tóxicos
Aunque algunas voces apuntan a las sanciones como la causa principal, la realidad es que estas son más bien una consecuencia de tener perfiles tóxicos para el sistema financiero de Estados Unidos. La distinción entre transacciones legítimas y perfiles bajo investigación por lavado de dinero, narcotráfico, terrorismo y otras prácticas ilícitas requiere tiempo y recursos, lo que lleva a medidas unilaterales por parte de algunos bancos.
Alternativas y precauciones para los usuarios afectados
Ante estas restricciones, los usuarios afectados por la suspensión de Zelle desde Venezuela deben buscar alternativas y prácticas que representen menos riesgo. Sin embargo, se desaconseja el uso de VPN, ya que no todos son seguros para transacciones bancarias y algunos bancos detectan y bloquean conexiones a través de VPN.
Reflexiones finales y llamado a la precaución
Es comprensible el malestar de los usuarios, pero es crucial entender que el problema va más allá de la vida personal de cada individuo. La reputación financiera de todo un país está en juego, y construir confianza y reputación lleva tiempo y cambios institucionales. En este sentido, es responsabilidad del Estado venezolano tomar medidas para sanear las finanzas y la reputación del país.