La Fundación de Derechos Humanos (Human Rights Foundation) ha anunciado que ha recaudado $130.325 para su Fondo de Desarrollo de Bitcoin.
Es un fondo creado para apoyar a los desarrolladores que trabajan para hacer que la red Bitcoin sea más privada, descentralizada y resistente.
“Para que pueda servir mejor como herramienta financiera para activistas de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y periodistas de todo el mundo”.
La Human Rights Foundation (HRF) es una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo promover y proteger los derechos humanos a nivel mundial.
Fundada en 2005 por el productor de cine venezolano Thor Halvorssen Mendoza, tiene su sede en la ciudad de Nueva York, tiene como presidente actual al maestro de ajedrez ruso Garry Kasparov, y cada año organiza el Oslo Freedom Forum.
La página de inicio de su sitio web dice:
“Nos asociamos con activistas que cambian el mundo para crear soluciones innovadoras para unir al mundo contra la tiranía”.
Por lo tanto, es lógico que apoyen el proyecto Bitcoin y, en particular, la libertad financiera que garantiza a sus usuarios.
¿Cómo se gastará el Fondo de Desarrollo de Bitcoin?
Los $130.325 fueron donados por solo 38 personas, quienes contribuyeron en promedio más de $3.400 cada una.
Entonces, aunque esta campaña no fue un éxito masivo, definitivamente fue exitosa en términos del volumen de fondos recaudados.
Los fondos recaudados se distribuirán a Openoms, que funciona en una interfaz gráfica de usuario para JoinMarket, Evan Kaloudis, el creador de la aplicación Zeus para iOS y Android, y Fontaine, el creador de Fully Noded.
Además, se ha anunciado una segunda ronda de financiación para el Fondo de Desarrollo de Bitcoin.
La HRF explica:
“A diferencia de los servicios bancarios y de pago del sistema financiero tradicional, Bitcoin es global y sin fronteras. Los usuarios no necesitan una cuenta, no necesitan proporcionar ninguna identificación para usar el servicio, y sus transacciones no pueden ser censuradas o congeladas por las autoridades. No es posible que los gobiernos, corporaciones o individuos con una gran cantidad de Bitcoin cambien las reglas de la red, eviten que alguien acceda al sistema o impriman más Bitcoin. Los usuarios pueden almacenar o memorizar la contraseña de sus fondos como una cadena de palabras, lo que dificulta mucho la confiscación. Dados todos estos atributos, Bitcoin puede ser un salvavidas para los defensores de los derechos humanos, especialmente si se puede mejorar su privacidad y usabilidad”.
El objetivo es ayudar a que Bitcoin sea una mejor herramienta para la libertad, razón por la cual los fondos recaudados se utilizan para apoyar a personas o equipos que trabajan en proyectos específicos que ayudan a mejorar la red Bitcoin.
El 95% de los fondos recaudados se donan directamente a los desarrolladores, mientras que HRF retiene el 5% para apoyar la protección de los derechos humanos.