El gigante de la fabricación de automóviles Volvo acaba de construir sus primeros vehículos fabricados con materiales demostrablemente éticos. La empresa utilizó una solución blockchain para monitorear la cadena de suministro de cobalto procedente de la República Democrática del Congo.
Según un informe de Reuters, los fabricantes mundiales de automóviles están bajo una presión cada vez mayor para demostrar que los materiales que utilizan en sus vehículos son de origen ético. Se mencionan específicamente como causas de preocupación los llamados materiales de conflicto, que a menudo son apoyados por el trabajo infantil o para financiar conflictos armados.
En un esfuerzo por demostrar que los materiales que utiliza son de origen ético, Volvo Cars, propiedad de Geely de China, ha estado experimentando con la tecnología blockchain para rastrear materiales en cada punto de su cadena de suministro. La empresa acaba de anunciar que ha fabricado con éxito sus primeros vehículos fabricados con cobalto reciclado, rastreados desde la fuente con tecnología blockchain.
Blockchain le brinda transparencia a Volvo
La compañía afirma que la tecnología de contabilidad distribuida, que primero se aplicó en monedas digitales descentralizadas como Bitcoin, mejorará la responsabilidad y la transparencia de sus cadenas de suministro. En comentarios enviados por correo electrónico a Reuters, Volvo declara que el objetivo es “total transparencia y trazabilidad”. El gigante automovilístico también escribió sobre su solución blockchain:
“Rastreamos cobalto desde una planta de reciclaje china hasta Volvo Cars Zhejiang durante un período de dos meses hasta el 27 de junio”.
Volvo ha estado trabajando con la startup británica de blockchain Circulor, así como con la tecnología proporcionada por la firma estadounidense Oracle. Se espera que la solución de seguimiento de la cadena de suministro se introduzca en toda la compañía a finales de este año.
Aunque la tecnología está comenzando a tener algún uso en la gestión de la cadena de suministro en varias industrias, las cadenas de bloques a las que se hace referencia en historias como esta difieren enormemente de las que se usan para las criptomonedas de red abierta como Bitcoin. Los sistemas cerrados, como la solución Volvo, requieren que se otorgue permiso para ejecutar un nodo de validación.
Tal distinción ha llevado a los defensores de las criptomonedas a comparar los esfuerzos de blockchain de las compañías privadas con las intranets de principios de los 90 y las redes de código abierto y sin permiso, como Bitcoin, a Internet abierto. Para ellos, el verdadero potencial innovador de la tecnología reside en la última aplicación.