Hace cinco años, si mencionabas Bitcoin a profesionales financieros tradicionales, es probable que se burlaran de la idea. Sin embargo, si lo mencionaras ahora, podrían debatir si Bitcoin todavía tiene el potencial de alcanzar nuevos máximos.
Wall Street en el pasado: El mayor oponente de Bitcoin
Durante mucho tiempo después de su nacimiento, Bitcoin fue despreciado por los elitistas de Wall Street. Entre los críticos más destacados se encontraban el Oráculo de Omaha, Warren Buffett, y su socio Charlie Munger, quienes creían que Bitcoin no ofrecía ningún valor intrínseco. Estos “inversores de valor” se negaban a comprar Bitcoin incluso cuando su precio se disparaba.
JPMorgan Chase, uno de los bancos de inversión más renombrados del mundo, también rechazó inicialmente a Bitcoin. En 2017, el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, se refirió a Bitcoin como un “esquema Ponzi descentralizado” y afirmó que despediría de inmediato a cualquier operador del banco que se involucrara en operaciones con Bitcoin porque era estúpido. Además, otros iconos de Wall Street, como Goldman Sachs, expresaron escepticismo sobre Bitcoin en 2020.
La crítica de Wall Street a Bitcoin no es sorprendente. Los estándares financieros tradicionales no pueden aplicarse para evaluar el valor de las criptomonedas y la mayoría de los elitistas de Wall Street estaban conformes con el sistema financiero tradicional existente. Para aquellos que disfrutaban de intereses creados, mantener el statu quo es mucho más sencillo que aceptar un disruptor.
Wall Street en el presente: Abrazando las criptomonedas
La oposición de los elitistas de Wall Street no duró mucho. Si bien figuras establecidas como Warren Buffett todavía tienen una visión negativa de Bitcoin, una nueva generación de inversores, que siempre ha favorecido las tecnologías emergentes, ha abrazado las criptomonedas. Por ejemplo, Elon Musk, quien tiene fama de ir en contra de la corriente, criticó a Buffett por perderse Tesla y ridiculizó sus opiniones sobre Bitcoin. La celebrada gestora de fondos de Wall Street, Cathie Wood, conocida por sus apuestas continuas en acciones tecnológicas, ha hecho predicciones aún más audaces al prever que Bitcoin alcanzará los 1$ millón para 2030.
Además, las principales firmas de inversión también están comenzando a aceptar las criptomonedas. JPMorgan Chase, por ejemplo, publica regularmente informes sobre activos cripto y colaboró con el proyecto blockchain Polygon en 2022 para realizar pruebas de transacciones transfronterizas. Goldman Sachs ha adoptado una postura aún más positiva hacia las criptomonedas: ofreció la primera instalación de préstamos respaldados por Bitcoin, participó en operaciones de opciones de Bitcoin fuera del mercado y estableció un equipo dedicado a los activos digitales. Además, otros gigantes bancarios de Wall Street como Citigroup, Wells Fargo y Morgan Stanley también se están aventurando en blockchain y criptomonedas.
¿Es Wall Street la solución óptima para la Web3?
El cambio en la actitud de Wall Street hacia las criptomonedas es evidente. Por un lado, las criptomonedas continúan estableciendo nuevos récords en cuanto a capitalización de mercado, emergiendo como los activos innovadores de mejor rendimiento en los últimos años, lo que ha llevado a Wall Street a estudiar esta nueva invención. Por otro lado, con el avance de la tecnología blockchain, las aplicaciones de Web3 han madurado, dando lugar a categorías innovadoras como DeFi, NFT y DAO. Estas nuevas categorías han atraído a un número creciente de usuarios, demostrando que las criptomonedas ya no son solo conceptos sin aplicaciones en el mundo real. Como tal, Wall Street debe reconocer el valor y el potencial futuro de Web3.
Dicho esto, Wall Street no abrazó realmente a Web3; tuvo que aceptar a Web3 para preservar mejor el sistema financiero legado. Con ese fin, los elitistas de Wall Street han intentado “conquistar” la industria de las criptomonedas a través de adquisiciones masivas, pero parece que sus esfuerzos no han dado los resultados deseados. Por ejemplo, Sam Bankman-Fried, un antiguo trader prodigio respaldado por el capital de Wall Street, lideró FTX en adquisiciones y expansiones agresivas mientras intentaba dominar el mercado DeFi utilizando estándares de la industria. Sin embargo, finalmente tuvo que declararse en quiebra debido a la apropiación indebida de fondos de usuarios.
Los principios defendidos por Wall Street van en contra del espíritu de Web3 y las criptomonedas, una contradicción que se demostró claramente durante el caso de GameStop. Web3 propone descentralización, apertura, transparencia e igualdad para todos, mientras que Wall Street siempre desprecia a los inversores minoristas y defiende los intereses de los elitistas.
Los elitistas de Wall Street no pueden ignorar el “elefante en la habitación”, que en este caso es la criptomoneda, pero el desarrollo de Web3 no es solo una fiesta para Wall Street. En Líbano, donde el sistema bancario casi ha colapsado, muchas empresas cotizan precios en Bitcoin. Vietnam, con una de las tasas de inclusión financiera más bajas a nivel mundial, se encuentra entre los primeros en cuanto a adopción de criptomonedas, según Chainalysis. En todo el mundo, un gran número de personas no bancarizadas realizan transacciones con criptomonedas.
Está claro que los proyectos de Web3 con una adopción generalizada son los que lograrán un éxito a largo plazo. Como destacó la plataforma global de intercambio de criptomonedas CoinEx, la solución definitiva para la futura industria de Web3 y criptomonedas implica “liberarse de las cadenas financieras tradicionales, cerrar la brecha de información entre los inversores minoristas y los actores institucionales, y permitir que todos disfruten de servicios cripto accesibles y transparentes”.