China planea superar el éxito del USD con el propio Yuan digital de China.
La pandemia actual del Covid-19 demostró una vez más que el mundo financiero no es estable en absoluto, y hay muchos desafíos que enfrenta todo el mercado.
Estos problemas aceleraron el proceso de popularización de las criptomonedas y, a día de hoy, los expertos afirman que la economía global necesita una solución de pago que pueda ofrecer pagos rápidos, seguridad y privacidad.
China comenzó a probar el yuan digital hace unos meses, pero el país no está solo en esto. Muchos países de todo el mundo , como EE.UU., Reino Unido, Francia y otras jurisdicciones, también están trabajando en sus propias monedas digitales.
Todo esto lleva a muchos expertos a decir que en un futuro cercano, las monedas digitales estarán disponibles para los ciudadanos comunes de todo el mundo.
¿Por qué se necesitan tanto las monedas digitales?
A lo largo de los años, el mundo se ha enfrentado a una serie de desafíos y las monedas fiduciarias actuales no pudieron sobrevivir a estos problemas. Por eso, el mundo necesitaba idear algo nuevo, y resultan ser las monedas digitales.
Las monedas digitales se están adoptando en muchos mercados financieros, uno de los principales es el comercio de divisas.
Como dijo uno de los analistas de topforextradingbrokers.com,
“Las monedas digitales se están convirtiendo en parte del comercio de Forex como nunca antes. Algunos de los mejores corredores de divisas del mercado ya los han adoptado, y se avecinan muchos más”.
Esto significa mucho. El comercio de divisas representa uno de los mercados financieros más grandes del mundo y puede ayudar a que las monedas digitales se vuelvan más populares y útiles.
El Banco Central de China ha lanzado pruebas de su propia moneda digital. Esto sucedió en cuatro ciudades del país, incluidas Shenzhen, Suzhou, Hunan y Chengdu. Para facilitar la integración de la moneda en la vida cotidiana de los habitantes del país, las autoridades decidieron implementar la moneda a través del ámbito social y presupuestario.
Con esta nueva moneda, los habitantes de las ciudades podrán usar la moneda para las tareas diarias, como pagos en McDonald’s, Subway y muchas otras cadenas populares.
Según las autoridades chinas, existen varios beneficios que tiene la moneda digital. El más importante, sin embargo, es que representa una moneda digital soberana que es una alternativa eficaz al sistema de liquidación en dólares estadounidenses.
Además, esta moneda digital nacional también acelerará los pagos, aumentará el número de transacciones y también sus volúmenes, lo que acabará aumentando el PIB del país, algo muy importante, sobre todo después de la pandemia del Covid-19, que ha afectado mucho al PIB de China.
¿Por qué China está trabajando tan duro en el Yuan digital?
Según las autoridades del país, el desarrollo de la moneda digital se ha convertido en una inevitabilidad técnica. Según ellos, no es que lo quieran o no, pasa porque representa una necesidad absoluta.
El mundo se está volviendo cada vez más digital cada día, y la necesidad de dinero digital también aumenta cada día. Según los líderes del país, la pandemia impulsó aún más la necesidad de la moneda digital.
Debido a los eventos en curso, parece que todos los bancos centrales del mundo deberían comenzar a pensar en sus propias monedas digitales. Según datos recientes, el 22 por ciento de todos los bancos centrales han mostrado interés en crear su propia moneda digital, lo que no es de extrañar en absoluto si miramos el ritmo que se está desarrollando el mundo digital.
Sin embargo, existen muchos desafíos en el camino. Primero, para los Bancos Centrales, sería importante convertirse en algún tipo de ’empresas de tecnología’. Este es un desafío muy importante. Además, los países deben tener suficiente tecnología para respaldar el avance.
Sin embargo, por más difícil que sea, China ya ha comenzado el juego y no tiene fin. En un futuro cercano, más y más países comenzarán a trabajar en sus propias criptomonedas nacionales, y el futuro depara mucho para el mundo digital.
