Un profesor de derecho ha llegado a una conclusión poco halagüeña con respecto al clima regulatorio del espacio criptográfico en los Estados Unidos, ¡es confuso!
Según Carol Goforth, quien enseña en la Facultad de Derecho de la Universidad de Arkansas, “las regulaciones superpuestas producidas por una multitud de agencias distintas con diferentes misiones y prioridades” han dado como resultado una “mezcla confusa de clasificaciones y requisitos” para las criptomonedas.
Para ilustrar su punto, Goforth señaló que hay cuatro agencias federales en los Estados Unidos que regulan las criptomonedas en cierta medida y forma: la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), la Comisión de Comercio de Futuros de Mercancías (CFTC), la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FinCEN) y el Servicio de Impuestos Internos (IRS).
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En consecuencia, las diversas agencias federales tienen diferentes definiciones de criptomonedas, y esto siembra complejidad y confusión. En su función reguladora, la SEC, por ejemplo, trata la emisión de nuevos activos digitales como valores. La CFTC, por otro lado, considera a todos las criptomonedas como productos básicos, mientras que el IRS considera a las criptomonedas como una propiedad. En contraste, FinCEN regula los intercambios de criptomonedas como intercambiadores de “dinero”, lo que lleva a la conclusión de que la oficina del Departamento del Tesoro de los EE.UU. Considera las criptomonedas como moneda.
Inevitablemente, las distintas definiciones de los diferentes organismos dan como resultado una regulación excesiva, ya que cada entidad tiene sus propios requisitos que deben cumplirse. Tratar de cumplir con las numerosas obligaciones reglamentarias se vuelve costoso y lento para los actores del sector.
La situación empeora a nivel estatal, ya que cada estado del sindicato tiene su propio conjunto de leyes de valores y regímenes fiscales. Actualmente, solo unos pocos estados han determinado que las criptomonedas deben estar exentos de las leyes estatales de valores.
Según Goforth, el camino a seguir es adoptar un enfoque regulatorio más matizado para evitar el exceso de regulación.
Aquí está la prueba…
Ya, el régimen regulatorio existente en la economía más grande del mundo parece haber limitado severamente la cantidad de monedas que los intercambios de criptomonedas con sede en los EE.UU., Como Coinbase, pueden ofrecer a sus clientes. En contraste, un intercambio de criptomonedas como Binance, que tiene su sede en una jurisdicción más amigable, cuenta con docenas y docenas de monedas admitidas.
El régimen regulatorio de EE.UU. También ha tenido un impacto en la emisión de ICO. Según lo informado por Criptoinforme a principios de este año, un número significativo de proyectos se ha saltado a los EE.UU. Y en su lugar optó por emitir sus ofertas iniciales de monedas en jurisdicciones como Singapur, las Islas Vírgenes y las Islas Caimán.
Esto fue de acuerdo con un informe preparado por Satis Group Crypto Research que señaló que en 2017 los Estados Unidos acapararon el 32% del mercado global de recaudación de fondos de las ICO. A partir del primer semestre de este año, esta participación de mercado había disminuido a 10%.