El colapso de los mercados financieros combinado con la recesión en el sector de las criptomonedas conduce a la posibilidad de que haya una correlación entre el mercado de valores y las criptomonedas.
En los mercados tradicionales, es decir, el mercado de valores, cualquier movimiento que tenga lugar en un contexto en el que, sobre la base de máximos anteriores, los precios no superen una pérdida del 20% se considera una corrección. Por lo tanto, en un contexto normal, las pérdidas actuales, que caen más del 15% semanalmente, podrían ser una corrección.
Pero dado que el 90% de esta pérdida se produjo solo en 5 días, debe considerarse un accidente, un accidente inesperado e imprevisto que en solo 5 días ha cancelado los aumentos de los últimos seis meses. Parecería ser una primera señal del llamado evento del cisne negro.
Esto está llevando a una explosión de volatilidad por parte del VIX que se acerca a sus máximos de febrero de 2018. Es necesario mirar hacia atrás en agosto de 2015 para ver un nivel de VIX superior a 50. Estas son las fechas de referencia. VIX se ha triplicado en solo cinco días, +190% desde el cierre el viernes pasado. Este es el salto más alto en términos porcentuales desde 2015, cuando tardó menos de dos semanas. El otro anterior es de 2008 cuando ocurrió durante 4 semanas.
Al observar lo que está sucediendo en los mercados bursátiles, para encontrar un movimiento tan intenso y descendente en una semana para el S&P 500, es necesario volver a febrero de 2018, mientras que para el Eurostoxx esto no ha sucedido desde 2015.
Es una situación muy delicada, impulsada por el coronavirus. Pero una recesión tan violenta probablemente oculta otras indicaciones. En estas horas, los operadores están instando a cuáles podrían ser los movimientos de la FED que podrían anticipar el primer recorte de tasas en 2020 que se anunciaría en marzo. Esta emergencia podría ser un precursor.
Pero lo que también llama la atención en este momento es el mercado del oro. El activo tradicional de refugio está perdiendo un 7% desde los máximos del lunes pasado, cerrando una semana en negativo, con una pérdida que es del 50% de los mercados tradicionales, pero que cancela totalmente el aumento de la semana pasada. El lunes pasado, el oro alcanzó los $1.700 la onza, el nivel más alto en 7 años, desde enero de 2013.
El sector de las criptomonedas también está marcando una semana con descensos de dos dígitos desde noviembre pasado. El sector y, en particular, Bitcoin están correlacionados con el oro, una correlación que nunca se había registrado en los últimos años. El oro, bitcoin y las criptomonedas cierran una semana en negativo.
Cuando hay eventos imprevistos, como el baño de sangre que está acabando con los meses alcistas, el comercio minorista está cerrando posiciones con pérdidas. Lo mismo es cierto de lo institucional con las llamadas de margen famosas. Para cubrir las pérdidas, las instituciones están obteniendo ganancias incluso en las posiciones en las que obtienen ganancias, esto es para limitar las pérdidas o mantener su equilibrio en punto de equilibrio o positivo, cerrando las posiciones, incluso aquellas en ganancias fuertes. Esto está sucediendo en activos de refugio seguro como el oro y, con toda probabilidad, también en las criptomonedas.
Las criptomonedas se encuentran por primera vez en su historia, en particular, Bitcoin se enfrenta a un evento delicado, llamado exógeno, fuera de los mercados, no por razones financieras, sino con reflejos que luego se reflejan en los mercados financieros. Tanto es así que el índice VIX se llama índice de miedo porque desde ayer ha habido ventas de pánico, cuando todo se vende, precisamente por el pánico.
Será interesante entender la dinámica de los próximos días para descubrir cómo los inversores profesionales se posicionarán para cubrir la continuación de una tendencia bajista que está comenzando, o si habrá alguna acción por parte de los bancos centrales que Se insta cada vez más a intervenir.
Desde el punto de vista sanitario y económico-financiero, lo más probable es que haya comenzado un período volátil y turbulento, totalmente diferente al que hemos presenciado en los últimos años.
Desde que nació Bitcoin, esta es la primera emergencia real a nivel mundial que está afectando a los mercados financieros.
