El 23 de enero de 2025, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva con el objetivo de fortalecer el liderazgo de Estados Unidos en activos digitales y tecnologías financieras, a la vez que protegía la libertad económica. Esta orden presenta un enfoque decisivo hacia el desarrollo de la industria de los activos digitales, como las criptomonedas y las stablecoins, y establece directrices claras sobre su regulación, al tiempo que prohíbe el establecimiento de monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) dentro del territorio estadounidense.
Este análisis tiene como objetivo desglosar los propósitos y efectos jurídicos y económicos de esta orden ejecutiva, explorando sus implicaciones en el marco legal estadounidense y en la economía global.
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Propósitos de la orden ejecutiva
La orden ejecutiva de Trump establece una serie de políticas que pretenden asegurar el liderazgo estadounidense en la industria de los activos digitales, a la vez que se buscan salvaguardar varios intereses económicos y de soberanía. Entre los propósitos más relevantes de esta medida se encuentran:
- Promoción del crecimiento responsable de los activos digitales: La administración Trump reconoce el papel crucial que juegan los activos digitales en la innovación y el desarrollo económico, y busca promover su uso de manera responsable. Esto implica garantizar que ciudadanos y entidades privadas puedan interactuar con tecnologías de blockchain y criptomonedas sin restricciones o censura ilegal, favoreciendo un entorno de libre mercado.
- Protección de la soberanía del dólar: La orden expresa explícitamente que uno de los objetivos primordiales es la protección y promoción de la soberanía del dólar estadounidense, lo que se logra mediante el impulso al desarrollo de stablecoins respaldadas por el dólar. La orden también deja claro que la estabilidad del dólar y su uso como moneda global deben mantenerse por encima de la proliferación de criptomonedas no reguladas.
- Regulación clarificada para el sector de los activos digitales: La política busca dotar al sector de las criptomonedas de una regulación clara, basada en un enfoque tecnológico neutral que permita una gestión adecuada de las tecnologías emergentes como la blockchain y las criptomonedas, garantizando transparencia y límites jurisdiccionales bien definidos.
- Prohibición de las CBDC: Una de las medidas más destacadas es la prohibición explícita de las Monedas Digitales de los Bancos Centrales (CBDC) en los Estados Unidos. Según la orden, las CBDC representan una amenaza para la privacidad individual, la estabilidad financiera y la soberanía de la nación, lo que justifica su veto.
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Efectos jurídicos
Desde el punto de vista jurídico, esta orden ejecutiva tiene diversas implicaciones que afectan tanto a la regulación de las criptomonedas como al sistema financiero global. A continuación, se detallan los principales efectos jurídicos de la orden:
- Revisión y rescisión de la orden ejecutiva 14067: La orden ejecutiva 14067, emitida en 2022, que abogaba por un “desarrollo responsable” de los activos digitales, es revocada en esta nueva medida. Esto implica que las políticas que buscaban un marco regulatorio internacional y la promoción de las CBDC quedan anuladas, lo que marca un cambio de enfoque hacia un mayor control sobre las criptomonedas descentralizadas y un rechazo frontal a las monedas digitales centralizadas.
- Creación de un grupo de trabajo presidencial sobre activos digitales: La formación de este grupo, que involucrará a diversas agencias gubernamentales como el Departamento del Tesoro, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Mercancías (CFTC), tiene como objetivo coordinar y proponer un marco regulatorio federal para el sector de los activos digitales. Este grupo también evaluará la creación de un “stockpile” nacional de activos digitales, lo cual representa una medida proactiva para regular la posesión y el comercio de criptomonedas dentro del país.
- Prohibición de las CBDC: El veto a las CBDC es uno de los aspectos más significativos desde el punto de vista jurídico. No solo prohíbe cualquier acción para establecer o promover una moneda digital centralizada dentro de los EE.UU., sino que también anula cualquier plan existente de desarrollo de estas monedas por parte de agencias federales. Este enfoque proactivo previene el riesgo de un sistema financiero completamente controlado por el gobierno, lo que podría socavar principios fundamentales como la privacidad y la autonomía económica de los ciudadanos.
- Clarificación regulatoria: La orden enfatiza la necesidad de establecer una normativa clara que regule el mercado de criptomonedas. Al hacerlo, busca reducir la incertidumbre legal que ha caracterizado a la industria hasta ahora, proporcionando a los actores económicos una estructura jurídica sobre la cual operar. Sin embargo, este esfuerzo de clarificación podría ser percibido como un medio para garantizar que los activos digitales se ajusten a las normas fiscales y regulatorias tradicionales, lo que podría generar tensiones con los defensores del enfoque descentralizado de las criptomonedas.
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Efectos económicos
Los efectos económicos de la orden ejecutiva tienen ramificaciones tanto a nivel nacional como internacional. A continuación, se analizan los principales impactos:
- Impacto en la innovación y competitividad global: Si bien la orden tiene como objetivo promover el desarrollo responsable de las criptomonedas, podría generar un entorno más restrictivo para la innovación financiera. Al restringir el uso de las CBDC y priorizar las stablecoins respaldadas por el dólar, el gobierno estadounidense podría estar promoviendo una infraestructura de criptomonedas que favorezca a las grandes instituciones financieras en lugar de pequeños innovadores y empresas emergentes que favorecen un enfoque más descentralizado.
- Desarrollo del mercado de stablecoins: Al promover stablecoins respaldadas por el dólar, la administración Trump está buscando consolidar la dominancia global del dólar en el ámbito digital. Las stablecoins pueden facilitar transacciones rápidas y sin fronteras, pero también podrían estar sujetas a un mayor control y vigilancia por parte de las autoridades estadounidenses, lo que podría limitar la autonomía de los usuarios de criptomonedas a nivel global.
- Rechazo de las CBDC y sus consecuencias: La postura de Estados Unidos en contra de las CBDC podría tener implicaciones económicas importantes a nivel mundial. Mientras que países como China han avanzado en el desarrollo de su propia CBDC, el veto de las CBDC estadounidenses podría dificultar la adopción de monedas digitales emitidas por gobiernos en el sistema financiero global. Este conflicto de políticas podría generar tensiones geopolíticas, especialmente con economías que buscan adoptar el yuan digital o experimentan con sus propias monedas digitales.
- Seguridad y privacidad: La prohibición de las CBDC también refleja una preocupación por la privacidad individual y la autonomía financiera. Si bien las criptomonedas descentralizadas, como Bitcoin, se basan en un sistema transparente y de código abierto, las CBDC podrían ofrecer a los gobiernos la capacidad de rastrear todas las transacciones, lo que amenaza la privacidad financiera. Esta medida, por lo tanto, tiene un doble impacto: por un lado, protege la privacidad y autonomía de los usuarios de criptomonedas; por otro lado, podría alejar a algunos países de la adopción de tecnologías digitales innovadoras que no dependen exclusivamente de los Estados Unidos.
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Conclusión
La orden ejecutiva de Trump sobre criptomonedas representa un punto de inflexión en la política económica y jurídica de Estados Unidos en relación con los activos digitales. Si bien la medida tiene como objetivo proteger la soberanía del dólar y fomentar el crecimiento responsable de las tecnologías blockchain y las criptomonedas, también impone restricciones significativas en la adopción de CBDC y plantea desafíos para la innovación financiera global.
Desde una perspectiva jurídica, la orden ejecutiva busca proporcionar un marco normativo claro y evitar la creación de una moneda digital centralizada controlada por el gobierno, mientras que, desde una perspectiva económica, busca consolidar la posición de Estados Unidos como líder en el mercado global de criptomonedas. No obstante, la implementación de estas políticas podría tener efectos mixtos, tanto en la competitividad económica global como en la libertad financiera individual.
